Hoy he vuelto a escribirte. Las palabras habían dejado de fluir,
se habían resecado hasta acartonarse. Lo he vuelto a hacer mientras pensaba en
lo difícil que es conducir por la vida en solitario; sin un copiloto que te
vaya cantando las curvas. Unas pocas frases, no mucho más. Lo justo para
continuar recordándote el color de las puestas de sol. Frases que mantengan
viva la brisa, que sigan dando forma a esa carretera por la que, durante muchos
tramos, me es tan difícil conducir. Necesito un copiloto, dije antes. Y para
esa labor, sin duda, no vale cualquiera.
Escuchando: Exit wounds - Placebo
1 comentario:
Hacía mucho que no me pasaba por aquí, pero veo que tus palabras siguen llenando vacíos. No es fácil encontrar un buen copiloto, perder la mirada en carreteras interminables y tararear canciones con la sonrisa puesta no está al alcance de cualquiera.
Es bonito leerte, de nuevo.
Publicar un comentario