jueves, mayo 27, 2010

Zueco


La única vez que he salido al extranjero fue hace muchos años, cuando no era más que una niña. Fue a una ciudad del norte, y sé que estuve allí sólo por las fotos. En una de ellas estoy dentro de un enorme zueco amarillo con cara de agobio. En realidad, siempre he dado la impresión de estar agobiada, desde que era pequeña. Ahora también. S pone un dedo en mi entrecejo y me dice que ahí es donde reside el problema. Que es en ese punto donde se acumula todo ese sentimiento. Está muy en el centro, me dice, Va a ser difícil que consigas sacarlo de ahí alguna vez. Yo no he perdido la esperanza, pese a que mis cejas cada vez se pueblan más.


(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Julien - Placebo

miércoles, mayo 26, 2010

Cat


Me contó S el otro día un sueño que había tenido. Estaba meando en los baños de un pub y al salir allí estaba Cat Power esperando su turno. Me explicó que iba vestida totalmente con un traje de neopreno negro, como el que llevan los buzos, pero sin la capucha. Él cree que le quedaba muy bien, que le favorecía mucho. Ella le dijo Tienes ojos tristes, a lo que contestó enrojeciéndose hasta que las mejillas le ardieron. Después él dijo ¿Sabes tú que cada segundo se enamoran un millón de personas en el mundo?. Y ella Tú no has escuchado ninguna de mis canciones, ¿verdad? Y fin. Me explicó entonces que el dato era real, que lo había leído en una revista científica que compró una madrugada de jueves en una tienda de chinos. Yo le dije que me parecía exagerado, que esa cifra tenía que estar equivocada. A lo que contestó, con una mueca traviesa, ¿Sabes?, quien estaba equivocada era Cat, a mí me encanta The Greatest.


(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Unbalanced pieces - Soulsavers

martes, mayo 25, 2010

Futbolín


S está de acuerdo conmigo en que hablar de amor no tiene por qué ser algo de romanticones gilipollas. Él cree eso y también que hablar de fútbol no es de cazurros sin dos dedos de frente. Yo ahí tengo mis dudas. Las tardes que jugamos al futbolín, él dice que ese juego es una representación casi exacta de la vida, pero a escala. Es lo de siempre. Le dejo hablar mientras le goleo. Después se pone triste, muy triste. Tanto que parece que algo le va a explotar dentro. Es difícil porque no habla, parece como si lo fuera a echar todo a perder. Cada vez le dura más tiempo. Nunca he pasado tanto miedo. El corazón en la boca, lo llama él. Siempre está hablando de amor, y yo estoy segura que ése es el problema.


(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Hate - Cat Power

lunes, mayo 24, 2010

Paracaídas


Puede que la idea inicial no fuera esa, que se nos acabara yendo de las manos. Pero quién puede predecir esas cosas. Yo simplemente me lancé y dejé el paracaídas arriba. Y no lo eché de menos. Hay golpes y golpes. Es mentira que desde esa altura todos maten. Yo estoy viva, ¿no? Pues ya está. El otro día lo comentaba con S, y él también se ha caído muchas veces, pero con paracaídas. Y no es lo mismo. Dice que sí, pero no lo es. Lo dice para tratar de equilibrar la balanza. Él siempre ha tenido que ser el que más. El que más sufre, el que más llora, el que más ríe… Yo de personalidades sé un rato, y ésa es la suya. Sabiendo eso, se puede hablar con él sin ningún problema de raíces cuadradas o de por qué no podemos respirar debajo del agua. Él dice que no me dolió porque soy muy fuerte, pero yo sé que no fue por eso. Yo sé que hubo un colchón en el suelo. Y que lo puso él.


(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Soldier on - The Temper Trap

jueves, mayo 13, 2010

Números


A las seis de la tarde, como todos los días, Ana sale de su casa en el centro y se dispone a cumplir su tarea. Es simple: con una tiza de color verde va pintando por la acera cuatro números. No hay una distancia fija entre los lugares en los que se para a dejar su particular firma. Simplemente se deja llevar por su pulso. Después, cuando considera que la jornada ha terminado, vuelve sobre sus pasos observando cómo la gente saca a pasear su curiosidad. Le gusta ver cómo suman, restan, tararean los números en busca de un significado, de una razón que dé sentido a esas cifras. Piensa en las múltiples interpretaciones que hacen y eso le hace sentirse bien. La imaginación y la curiosidad podrían gobernar el mundo. Ella está segura de eso.

(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Lights - Interpol

miércoles, mayo 05, 2010

Knicks


El hermano de una de las pocas personas que conoce en la ciudad es el jefe de seguridad del Madison Square Garden, así que ve casi a pie de cancha todos los partidos que los Knicks juegan allí. Esa noche, después de ver la victoria de su nuevo equipo favorito, recorre de punta a punta la isla en el metro pensando en un documental que vio sobre como en Tokio, en la hora punta, la gente va al trabajo en metro como si fuera ganado. En las imágenes se podía ver cómo los últimos en entrar al vagón acaban con la cara empotrada contra el cristal al cerrarse las puertas, empañando el vidrio con su respiración. Aunque pudiera pensarse lo contrario, no todo el mundo parece agobiado. Pese a que hay personas que da la impresión que van a desfallecer de un momento a otro por la falta de aire, hay otras que consultan su móvil, leen un libro o toquetean su mp3 sin apenas espacio para despegar los brazos de la cintura, como si hubieran conseguido abandonar su cuerpo en ese enjambre de unidades sudorosas y elevar su espíritu hasta la superficie. La admiración que le generaron esas personas al otro lado del mundo es sólo comparable a la envidia que siente al ver a los jugadores sobre la cancha del Madison Square Garden.

(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Formentera - Niños Mutantes

lunes, mayo 03, 2010

Reinicio


Aquí no hay televisiones. Al menos en la zona donde yo vivo. Así que se mata el tiempo mirando el horizonte. No creo que los haya mejores en ninguna otra parte del mundo. Tampoco he comido pasteles tan buenos. Y sí, hace frío. Aquí esa palabra tiene otra dimensión, y eso me gusta. En general, en este sitio todas las palabras tienen otra dimensión. No es fácil de explicar, pero se siente. Cuando el horizonte se pone oscuro, entro en casa y veo películas de cine negro. Esa es mi vida aquí. Ni más ni menos.

He dejado de ser una persona normal. Me explico. Sí que soy normal pero no en el sentido de rebaño. Trabajo en mi pequeño huerto, visto la ropa que se me antoja en cada momento, organizo la vida que más me interesa y bebo vino cuando tengo ganas. Es una manera de resumir que ya no me tengo que embutir en mi traje de chaqueta a las ocho de la mañana, sumirme en un atasco apocalíptico durante una hora, dedicar otras ocho diarias de mi vida a una actividad que aborrezco y que me sume en el tedio más abominable, y llegar a casa con el sol sobre la espalda, pintado de gris y con la sonrisa al revés.

El día que se lo expliqué a Mona no lo entendió. Para ella los rebaños son sólo de ovejas. Así que me costó mucho hacerle entender cómo hace la pena para meterse en tus huesos e irse soldando a ellos un poco más cada atardecer. Creo que la imagen que se hizo en su cabeza fue tremendamente ajustada a la realidad. Ella vio zombis caminando en fila, arrastrando los pies y con la mirada fija en el suelo, atravesando caminos lúgubres de su casa a un enorme edificio de espejos. Ocho horas después, desandar el camino y encerrarse de nuevo en una mazmorra. Me pareció una adaptación brillante.

(Texto y foto por Trapi)

Escuchando: Please please please - Shout out loud
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