miércoles, noviembre 17, 2010

Fascinación

Lo escribió con pintalabios en el espejo del baño. Fue un acontecimiento. Recuerdo que todas quisimos en ese momento haber tenido el coraje de escribir algo parecido. Lo supimos un poco antes, pero nadie fue capaz de evitarlo. Hubo carreras, gritos, pero nada se pudo hacer. Cuando el sol comenzaba a pintar de naranja las ventanas, su cuerpo apareció balanceándose en el vacío. Le encontré yo. En aquel pequeño cuarto junto al aula de dibujo. Fue casualidad. No me enorgullezco, pero la escena ejerció en mí una fascinación que aún no he olvidado. Aquel cuerpo, bello, joven. La cara amoratada con las hebras amarillas de pelo suspendidas en el aire. La falda de cuadros del uniforme. La cuerda, implacable, rodeando el fino cuello. No sé cuánto tiempo estuve allí, apoyada en el quicio, sin poder apartar la mirada, hasta que llegó alguien. A día de hoy no he olvidado ni un solo detalle, mantengo viva la sugestión que me produjo aquella escena, y aún no he podido traducir en palabras esa perturbadora sensación.




Escuchando: Pull out - The Soft Pack

lunes, noviembre 15, 2010

Vías

En las vías del tren no conocíamos nada. Era tan simple como eso. Llegar después del colegio y no regresar hasta que los vagones abandonados comenzaban a darnos miedo. Comenzar a ser libre. Piedras y hierros oxidados. El aire vertiginoso de los trenes nos hacía sentir los más fuertes del mundo. Fue por eso por lo que ocurrió, por esa confianza en la ausencia de límites. Los pies en equilibrio sobre un hierro tan pulido que puedo ver mis ojos sobre él. Gritos y palabras de autoafirmación. Excitación. Entonces un chirrido como mil uñas rascando un encerado. Un golpe contra las piedras y después un silencio pesado. Dos losas bloqueando los oídos. Todo quieto, como congelado. Andar entre los guijarros buscando dos y sólo encontrar uno. El adiós a una parte irrepetible de tu vida.




Escuchando: Disarm - Smashing Pumpkins

viernes, noviembre 12, 2010

Noches

Empecé a andar por las noches. Sin rumbo, sin esperanza. Aquellas calles heladas, desiertas, llenas de ausencia. Iba mirando las ventanas, descubriendo las pocas que tenían luz y pensando en las vidas de su interior. Desvelados, insomnes, noctámbulos. A veces, cuando me encontraba con una en los pisos bajos, me camuflaba entre las sombras esperando ver una silueta, una forma, un secreto. Y entonces imaginaba la historia interior de todas esas ventanas. Incomunicación, rencor, infidelidad. Esa soledad me llenaba de vida. Al tiempo comencé a diferenciar los silencios, los aromas, las corrientes, de los distintos barrios. No sonaba igual el silencio en los viejos muros de hormigón que en los apartamentos de techos altos. Ninguna historia es igual entre las sombras. La luz artificial enciende las fealdades de todo. Y en ese escenario me movía yo. Noche tras noche. Frío tras frío.




Escuchando: In the water - Sexy Sadie
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