Yo soy el que llega
tarde a todas las oportunidades. Yo soy el que ve siempre partir al tren, con
su chirrido metálico y su bocina de bicicleta. Yo soy el pañuelo agitándose al
viento mientras piensa que otra vez será, que habrá más trenes. Yo soy el deseo
y las ganas de ir junto a la ventanilla, disfrutando del paisaje, pero, sobre
todo, de la compañía. Yo soy horas y horas en el banco de madera del andén,
diciéndome a mí mismo que es solo cuestión de tiempo. Yo soy el que observa, abstraído,
ausente, el enorme reloj circular con sus dos soldados persiguiéndose. Yo soy
el que una y otra vez olvida el pasaporte en el cajón de la mesilla. Yo soy una
suerte de Bill Murray condenado un día tras otro a esperar el mismo tren. Yo
soy la repetición de un fracaso, de una concesión, que se perpetúa en un bucle
sin final conocido.
Escuchando: La ciudad del viento - Quique González