martes, septiembre 07, 2010

Tormenta

Me costó tanto decir aquellas palabras, que ahora me encuentro vacío, hueco. Sentado detrás de la cristalera, viendo como las gotas se estampan y comienzan su último descenso, no puedo formar una simple imagen en mi cerebro. De nuevo un lugar extraño, frío, sin ningún asidero. Días de extravío y pérdida ante mis ojos. Conforme el agua va arreciando, la visión a través del cristal se vuelve como una suerte de lienzo surrealista. Azules, grises, blancos, retorcidos, difuminados, rotos. Una cruel copia de mi realidad. A mi alrededor, protegido por los gruesos cristales, sólo se escucha el motor del mueble bar, un zumbido que tiene algo de animal agazapado. Como yo, oculto entre las sombras esperando que cese de nuevo el temporal, preparándome para comenzar otra vez el mismo ciclo, ese bucle que me atrapa desde el principio, desde la primera tormenta. Armándome de valor para volver a reunir las palabras.



Escuchando: Don't go down - Elliott Smith

1 comentario:

Dara dijo...

recomiendo palabras, para evitar caladuras.


(sonrisa
de mono)

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