lunes, septiembre 20, 2010

Objetivos del Milenio

Reunirse está muy bien. Y si es en Nueva York, rodeado de rascacielos y Starbucks, mucho mejor. Alojarse en un hotel de lujo, que te venga a buscar una limusina y te lleve por las épicas calles de la Gran Manzana al lugar de la reunión, no tiene precio. Y si allí te esperan cientos de cámaras y micrófonos que te hacen sentir un tío importante es ya el acabose. En realidad, el tema que se vaya a tratar en la reunión es lo de menos. Lo importante es volver a juntarse con los compañeros, con ese sentimiento de ver otra vez a los amigos tras el verano, charlar amistosamente con ellos, preguntarles que tal la mujer y ese hijo que estudia en el extranjero, reírse alegremente y palmotearse los hombros como jovenzuelos. Cuanto más rimbombante sea el lema de la parodia mejor que mejor, ya que así siempre se tiene la excusa de estar colaborando para mejorar el mundo. Así que si el título es Objetivos del Milenio, está totalmente justificado el desembolso económico que conlleva tanto coche oficial, hoteles de lujo, comidas y cenas con los alimentos más sofisticados… No en vano, están discutiendo entre ellos para salvarnos a todos nosotros, para reducir el hambre en el mundo, para que todos los niños tengan derecho a serlo, para disminuir la contaminación… Todo esto para 2015. Así que, agradecidos por su altruismo, por su firmeza para lograr una hazaña de tal calibre en sólo cinco años, es mejor que ignoremos y después olvidemos que durante los tres días que el grupo internacional de coleguitas está de excursión en Nueva York morirán 70.000 niños, la mayoría de ellos víctimas de la hambruna y de enfermedades prevenibles. Algunos dirán que es demagogia, pero no, no nos confundamos, la verdadera demagogia viste traje de dos mil euros, se aloja en hoteles de lujo y viaja por todo el mundo con sus amiguetes a nuestra costa. Quizás habría que plantearse otros objetivos para este milenio…



Escuchando: Death bells - Soulsavers

3 comentarios:

almost blue dijo...

Touché.

Pejooe dijo...

Que pena que tengas tanta razón...

Timocruz dijo...

Es totalmente la triste realidad... gran razón.

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