lunes, enero 28, 2013

Aristas

Con la mirada perdida, más allá de las últimas luces de la ciudad, dijiste que sabías con total claridad que siempre ibas a estar sola. Apenas había un poco de tristeza en esas palabras, sino más bien la neutralidad del que descubre la certeza de algo, del que acaricia cierto consuelo al obtener conocimiento. Ni supe ni quise contestar nada. No fue una cuestión de incomprensión. Capté perfectamente cada una de las miles de aristas que tenía aquella frase y que adquirían una dimensión infinita en ese contexto, dentro de aquella tarde de otoño, que amenazaba con atravesarse en la garganta de los dos y dejar una de esas cicatrices que luego uno se acaricia en el frío silencio de la noche.



Escuchando: Why does my heart feel so bad? - Moby

1 comentario:

Victoria dijo...

Llevas dos meses sin escribir nada nuevo, espero impaciente tu próximo relato.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.