lunes, noviembre 05, 2012

Cuestión de tiempo

Los días en que las lágrimas son valientes pasan lentos como trenes nocturnos. Es lo que pienso mientras observo como la niebla se apodera del rascacielos. Atardecer helado. Cuesta dar el siguiente paso mientras el frío te agarra del cuello. Justo allí, tanto tiempo atrás, yo miré ese mismo enorme bloque de acero y prometí volver con la vida en el bolsillo. El fracaso es como ese plato que odias cuando eres niño y que te está esperando a la mañana siguiente, acabas comiéndotelo. Es sólo cuestión de tiempo, decías. Decían. Pero no, las manecillas comienzan a anudarse a tu cuerpo, como constrictoras perezosas, convirtiendo cualquier movimiento en pesado y lento. Y ese reloj que corona el gigante metálico, ahora enterrado en vapor de agua, no corre, sino que vuela en una dirección totalmente opuesta a la que vosotros, todos vosotros, me dijisteis que lo haría.



Escuchando: The base - Paul Banks

1 comentario:

Clementine dijo...

Escribes poco, pero cuando lo haces, llegas muy adentro. Siempre es un placer entrar en este lugar.

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