viernes, diciembre 03, 2010

Miedo

No puedo dormir porque sé que me vigilan. Cada vez que cierro los ojos veo a un hombre delante mía, con un pasamontañas, encañonándome con una enorme pistola y diciéndome que, por fin, me ha llegado la hora, que de una vez por todas voy a recibir lo que merezco. Me han asegurado muchas veces que estoy a salvo, que nadie sabe dónde me encuentro, que es imposible que den conmigo. Pero yo sé que se equivocan. Lo sé porque les conozco lo suficiente como para tener muy claro que nadie puede esconderse para siempre de ellos. Nunca hay salida.

Apenas salgo de casa. Sólo para ir a comprar al pequeño supermercado. Paso todo el día entre estas cuatro paredes, mirando por la ventana en busca de alguna señal extraña, de algún coche desconocido aparcado frente a mi puerta, de algún tipo mirando mi ventana desde las sombras. Cualquier ruido me hace temblar, subir a mi habitación y encerrarme dentro, como los niños cuando el miedo les visita. El temor me ha secuestrado.

Cuando te convencen no te explican esto. Todo son ventajas. No te cuentan que no sólo te roban tu identidad, sino que también se quedan con tu vida. Que a partir de ese momento vas a estar siempre vigilando tu espalda, desconfiando, aislándote de todo. Estás tú solo. El resto son todos enemigos. Porque ellos están ahí, seguro. Camuflados, acechando, esperando un momento de debilidad para vengarse. Y no se rendirán hasta que lo hagan. Es su credo, y nunca lo traicionan.

Ya sólo espero el momento en el que al abrir los ojos alguien me vuele la vida.



Escuchando: Bring the light - Beady Eye

2 comentarios:

Belén dijo...

la vida volverá, gracias a dios no todo duele con la misma intensidad siempre... gracias a dios

besicos

VANE ALIVE dijo...

Un abrazo

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