martes, octubre 28, 2014

El muro

El olor a café y las gotas golpeando los cristales. Y fuera de la canción todo es tan gris que cuesta pensar en el minuto siguiente. Y lo cierto es que no hay nadie. Y tu muro está lleno. Y el de él. Y el de ella. Y los de todos. Pero aquí no hay nadie. Hace tiempo que a nadie le importa lo más mínimo. Ya ni se finge. Ya ni los ratos duran tanto. Ahora la noche pasea su arrogancia sobre mi vacío. Desde entonces no hay nada que colgar en mi muro. Hace tiempo que tú dejaste clavada en él la última nota de amor que va a existir. Si acaso hubiera un rayo de luz, sería incapaz de traspasar los ladrillos que entre todos hemos apilado. Que todos me habéis colocado. Que yo he fijado con el cemento del desconcierto.



Escuchando: Tidal wave - Interpol

jueves, septiembre 25, 2014

Nudos

Y este nudo en el estómago. ¿Por qué no se va? Las mismas nubes cruzando otra vez el horizonte, como en uno de esos dibujos animados en los que se repite continuamente el mismo decorado. El mismo decorado. Y tu cara aquí. Siempre aquí. En cada esquina que cruzo, tus ojos; en cada salto al vacío, tu pelo. Me dan ganas de correr para darte esquinazo, pero sé que un recuerdo se ata siempre a los tobillos. Entre todos los consejos que me da la pared del salón, sólo logro encontrarle sentido a uno: No era ella, quema la página. En el sueño eterno busco una cerilla, pero todas están mojadas. Y la página se va haciendo cada vez más grande. Gigante. Me envuelve hasta ocultar el sol. Me sé todas sus letras de memoria, cada curva. Puedo oler su tinta en cada persona que me cruzo. Las escribo una y otra vez. Cuadernos enteros llenan el suelo. Y el nudo sigue aquí. Colgando en el vacío. Asfixiando mis horas sin luz.



Escuchando: My desire - Interpol

jueves, julio 31, 2014

Fugaz

En aquel abrazo escondía todo un estilo de vida. Algo intenso, emocional, pero muy breve. Igual que un chispazo. Ese segundo que contiene todo y que se desvanece fugaz. Mirar fijamente a alguien y comprender que, pese a ser el cielo que siempre buscaste, nunca permanecerá. Como el último día del verano. Como el adiós con la mano en la estación, el chirrido del tren partiendo en dos cada segundo. Odiar a muerte al tiempo y a cada reloj que lo contiene. Dejar de soñar que llegará un día en el que tenerte será algo tan seguro como el peso de los años.



Escuchando: Wandering star - Portishead

martes, julio 29, 2014

P

A veces un parpadeo es suficiente para quebrar un instante. Esa décima de segundo, apenas perceptible, en la que tú dejas de estar frente a mí para estar en otra vida. Y no lo asumo, créeme que no lo asumo. Y dirás –dices- que vendrán más instantes, que el secreto está en caminar. Pero no te creo, porque hay momentos que se quedan pegados a tu piel, como el salitre de aquella tarde de mar en la que por primera vez tuve claro que no habría más instantes salvo tú. Y sé que también me dirás que nunca hemos estado juntos en el mar. Tienes razón, pero lo que tú no sabes es que a mí me bastó una tarde para dar mil vueltas al mundo de tu mano. Que el verdadero dolor está en no poder contarte todas las cosas que hicimos juntos. Lo que verdaderamente duele es tener que romper el mapa que lleva tu nombre.



Escuchando: Bosco - Placebo

martes, junio 10, 2014

Tu océano

Al pensarte descubro que ya no existo. Al pensarte mis ideas se anclan a tu recuerdo. Al cerrar los ojos eres la aguja en el pajar. No quise salir en ninguna de las fotos. Yo sólo quería retratarte bajo todos los amaneceres de tu vida. Y de la mía, que no es otra cosa que yo reflejado en tus pupilas. Unir todos los momentos para construir los pilares de nuestros quizás. Prestarnos las manos para cazar cada una de nuestras dudas. Y ahogarlas. Quieren que te convierta en un avión de papel. Que te eche a volar en busca de un nuevo horizonte. Pero no pienso hacerlo. Porque solo existo en el tacto de tu pelo. Sólo tengo sentido cogido de tu mano. La única manera en la que la sangre corre por mis venas es mirando la profundidad de tu océano.



Escuchando: Skinny love - Bon Iver

jueves, mayo 08, 2014

Renglones torcidos

He guardado cada marca de tu piel. Cada renglón torcido de tu espalda. Cada noche intento transcribirlos, de memoria. Muero dentro del insomnio por la incapacidad creciente de recordar cada uno de tus detalles. Y creo que ya nunca lo voy a lograr. Que llegará un día en que al despertar necesitaré un mapa para encontrar de nuevo tu recuerdo. Tristeza del paso del tiempo, de todos los segunderos apuntándome al corazón. Quisiera continuar teniendo tu tacto tibio en mi mejilla. Que la noche no me encontrara otra vez helado en la penumbra. Desearía no tener la certeza de que el camino es un desierto plagado de oasis. Un día, cuando tu forma ya empezaba a desaparecer en tu lado de mi cama, comprendí que ya era tarde, que la nostalgia de ti en mi piel sería la derrota eterna que todos buscamos.



Escuchando: Ayer (Canción alemana) - Niños Mutantes

miércoles, mayo 07, 2014

Martes de agosto

Terminar besando a otras. Fingir que cada día es aquel martes de agosto. Pretender convencerme de que tus pasos nunca dejarán de resonar. Recorrer de nuevo esas calles como si nunca lo hubiera hecho de tu mano. Mirar al cielo y creer que es posible que tú no lo estés mirando a la vez junto a otros ojos. Acostarme seguro de que me sobresaltará un mensaje tuyo recordándome que habrá un mañana junto a ti. En fin, sentir que engañarme a mí mismo no es un mal negocio porque mientras aún permanezcas todo lo demás mantendrá un mínimo de sentido.



Escuchando: Too pretty - Neuman

lunes, mayo 05, 2014

Las gotas

Fuera la lluvia lava la cara de una ciudad en descomposición. No puedo evitar pensar que al salir tendré que caminar solo de nuevo. Incapaz de dejar escapar todas las palabras que acumulé durante días. La esperanza en forma de sílabas. Sin embargo, el silencio. Y tus ojos. Sólo consigo pensar en que ya no habrá nunca un mañana más. Las gotas golpean el cristal. No hay más sonido, sólo el monótono impacto. En el fondo, la derrota había estaba allí desde el principio. Flotando sobre todas aquellas tardes. Ni la supe ver, ni sabría ahora. Pensar en pasado es morirse un poco. Yo voy muriendo a pasos de gigante. Como si el futuro hubiera sido atropellado en una de esas esquinas, ahora anegadas de tanto llover. Delante sólo un muro impenetrable. Se acaba una vez más como se viene acabando todo, de golpe, sin avisar. Y, efectivamente, vuelvo a caminar solo bajo la lluvia. La vida se empeña en demostrar segundo a segundo que no tiene compasión.



Escuchando: Hermana mía - Niños Mutantes

martes, abril 15, 2014

Has vuelto

Hoy has vuelto y todos estos días esperándote no han sido sino el pasillo que conduce al sol. Hoy has entrado por esta puerta, has arrancado el pestillo y la has dejado abierta de par en par. Entonces todo se ha aireado definitivamente. Han volado tantos días grises, tantas malas noches. Todas las horas mirando nuestras fotos, impaciente. Preámbulo de la luz que has traído, de la luz que seguirás trayendo. Abrir algunas puertas es difícil, pero tú lo has hecho como si en realidad no costara nada. Suave y confiada. Ahora respiro y encuentro dónde clavar los ojos. Hoy has vuelto y sé que para quedarte.



Escuchando: Fireproof - The National

martes, marzo 18, 2014

Crepuscular

Alrededor de este charco de kilómetros. Hace años que has dejado de perseguirte a ti mismo. Desde el momento en que comprendiste que el vacío que creíste fuera, en realidad estaba en tu interior. Te asomaste y la oscuridad te devolvió un reflejo inesperado. La mirada perdida entre las ramas retorcidas por las que se cuela la luz blanquecina de una luna lechosa. Un grillete fijando la derrota a tu tobillo. Desde entonces, arrastrarla siempre a oscuras, lejos de cualquier sombra renqueante. Porque ella siempre estará contigo, porque es única y es cualquiera a la vez. Hay tantas. Alrededor de este charco el único sonido que se escucha es el chirrido de todas las derrotas arrastradas bajo la luz crepuscular.



Escuchando: Happiness is a warm gun - The Beatles

miércoles, marzo 12, 2014

Carcosa

Aunque ahora no se vean los pájaros, al final te alcanzarán. Todo el mundo es siempre más veloz que tú aquí. Puedes correr, rápido, como nunca lo hiciste, la hierba explotando a cada zancada tuya. Pero nunca será lo suficiente para poder esconderte. Te coge y otra vez a empezar. Así en un ciclo que se perpetúa como en el sucio cielo estas nubes de un enfermo gris verdoso. Esa lluvia que escuece en cuanto te toca. Y ni un sitio donde guarecerse. Dentro de la clarividencia que esconde en su interior el quinto vaso de whisky, vislumbras como eran las luces de aquellos tiempos. Sólo el alcohol te ofrece una pequeña salida de emergencia, aunque conduzca a un callejón sin salida del que tendrás que volver. Más tarde o más temprano. Nunca llegarás a conocer las fronteras, los caminos para volver. Sólo tierra baldía por la que correr sin descanso. Sin final. Y llueve otra vez. Esa maldita lluvia que escuece. Ese escozor.



Escuchando: Demons - The National

viernes, febrero 21, 2014

Sólo

Yo sólo quería unos brazos atándose a mi espalda. Yo sólo buscaba perderme un rato. Montar en aviones con destinos soñados. Mirar y ser mirado. Lo único que quería era una caricia al caer el sol. Que el hielo se fundiera dejando un charco sólido. Únicamente acompasar mi respiración a la de alguien. Tener una mano que apretar cuando el miedo me acorrala. Unos ojos que recordar cuando me enfrento al horizonte. Sólo buscaba un socio con el que invertir en la vida. Un dedo que apretara el gatillo por mí.


Escuchando: On the esplanade - Julian Plenti

martes, enero 21, 2014

La carta

Hoy he escrito una carta de amor. Roja, pura, las letras tan punzantes que pinchaban al ser escritas. Ha dolido. Mucho. Cada palabra, una quemadura. Cosas que arden dentro y necesitan oler el sol. La mano apropiándose del bolígrafo. Tinta roja que llena las líneas, rectas como las filas de un ejército. La misión: quedarme en tu recuerdo. Ser consciente entonces del contenido, de que has nacido para estar ahí y no lo estás. Y vuelve a quemar. Tanto que cada respiración es un volcán; cada palpitación el tambor que va marcando el ritmo de los recuerdos. Sé la dirección, la tengo marcada a fuego. Paso las manos por los bordes de su cicatriz. Letras y números de un pasado que siempre será herida. Pero la carta va a seguir ahí, amarilleando, a la espera de un guiño que nunca llegará. Hasta languidecer en una oscuridad habitada por la resignación y el arrepentimiento. Polvo eres y en polvo te convertirás.



Escuchando: Exit music (For a film) - Radiohead

martes, enero 14, 2014

Hacerlo bonito

A ratos pienso en gritar una palabra, salir corriendo para llegar antes que ella y escucharla el primero. Tengo claro cuál sería esa palabra. Y creo que tú también. Estés donde estés. A veces uno piensa que las cosas terminarán por ser como uno siempre soñó. Ingenuidad disfrazada de seguridad; miedo cubierto de supuesta insensibilidad. Jamás podremos correr más rápido que nuestro propio fracaso. Como máximo podemos aspirar a inmortalizarlo. Fotografiar cómo nos va ganando la partida hasta que las cosas vuelven a su ser, a la situación anterior, a la que siempre reinará. Y después, lejos de correr, nos queda contemplarlo bajo todos los tipos de luz. Visualizar lo bien que da en cámara. Porque lo importante no es fracasar, eso lo consigue cualquiera, sino hacerlo bonito.



Escuchando: A part of the queue - Oasis 

lunes, enero 13, 2014

Simplemente nada

Se acabó como se acaban todas las cosas: de repente. El viento azotó mi abrigo. Cientos de hojas secas se arremolinaron alrededor mío, como si me hubiera convertido en una suerte de árbol hecho carne. Y no hubo nada más. Ningún signo que avisara del comienzo de una nueva era o del final de otra. Las nubes siguieron bailando en el cielo y la noche llegó como ocultándose tras las esquinas. Quedo entonces una sensación de incredulidad ante el hecho de que nada se alterase, que el reloj de aquella enorme fachada continuara disparando segundos. Siempre pensé que cuando llegara el momento algo se rompería para siempre. Pero no ocurrió. Simplemente no pasó nada. Y eso, incluso ahora mismo, me pone los pelos de punta.



Escuchando: A million little pieces - Placebo

viernes, enero 03, 2014

Esta mañana

Esta noche has estado aquí, junto a mí. He abierto los ojos y ahí estabas, en el umbral de la puerta, sonriendo de manera misteriosa, con tus gafas puestas, descalza. He restregado mi mano contra los ojos en busca de la certeza de estar plenamente despierto. No has desaparecido. Al contrario, has caminado hacia mí, lentamente, permitiéndome paladear el momento. La emoción ha sido tan intensa que una gota ha descendido por mi mejilla. Has estado ahí, junto a mí, tumbada en la cama. Y hemos hablado de muchas cosas. De tus sentimientos, de los míos, de mis miedos, de tus deseos. Esta mañana he despertado como si mil kilos hubieran dejado de aplastar mi espalda. Esta mañana he continuado estando junto a ti.



Escuchando: In my life – The Beatles

lunes, diciembre 30, 2013

Copiloto

Hoy he vuelto a escribirte. Las palabras habían dejado de fluir, se habían resecado hasta acartonarse. Lo he vuelto a hacer mientras pensaba en lo difícil que es conducir por la vida en solitario; sin un copiloto que te vaya cantando las curvas. Unas pocas frases, no mucho más. Lo justo para continuar recordándote el color de las puestas de sol. Frases que mantengan viva la brisa, que sigan dando forma a esa carretera por la que, durante muchos tramos, me es tan difícil conducir. Necesito un copiloto, dije antes. Y para esa labor, sin duda, no vale cualquiera.



Escuchando: Exit wounds - Placebo

miércoles, diciembre 11, 2013

La escena del crimen

Nacer una noche de diciembre cuando lo que de verdad uno necesita es resucitar. Contemplar el techo de la habitación como si en realidad fuera un paisaje desconocido. Nacer, de todas maneras, con las mismas heridas con las que se murió. Todo en un eterno retorno alejado de cualquier sentido. El horizonte una persiana bajada. Múltiples pequeños rayos de luz filtrándose, dibujando en la pared mi figura recortada, como la de un cadáver en la escena del crimen. Permanecer allí por varios siglos y los que vendrán. Las sábanas atadas a cada extremidad. Y mi boca sedienta de ti, hambrienta de ti, asqueada de ti, desesperada de ti. Violentamente deseosa de ti.




Escuchando: Fly as you might – Julian Plenti

martes, diciembre 10, 2013

Sucesión

La profundidad de cada abrazo en mi memoria. El calor de las caricias. El susurro de todas las palabras pronunciadas. Arañar cada escalofrío. Gritarle a la noche que me ha vuelto a traicionar. Buscar en cada pliegue de mi piel algún resto de tu olor. Conseguir dormir con los ojos abiertos. Observar a mis sueños saltar por esa ventana. Arrancar tu mirada de mis pensamientos. Acariciar la herida mientras meto un dedo dentro. Desear no haber deseado y viceversa. Amarrar fuerte mi corazón a la pata de esta mesa. Exhalar todas las sensaciones que sacuden mi monotonía. Trepar hasta tu recuerdo y quitarle cada una de las espinas. Arrastrarme debajo de la cama. Esperar a que cese el huracán. Si alguna vez cesa.




Escuchando: Estado provisional – León Benavente

lunes, diciembre 09, 2013

Tacto

La ciudad de noche. Faros brillantes la cruzan de punta a punta. El frío congela todas las almas encerradas en ella. Mis manos entumecidas apenas recuerdan ya tu tacto. Y ahora el viento peina cada brizna de hierba. Quisiera ser uno de esos árboles, balanceándose, rítmicamente, dueños de su porción de tierra. Sirenas rompen la calma de esta noche eterna que no termina nunca de romperse. Echaría a correr sin rumbo, por las calles desiertas, mis zancadas resonando en cada esquina. Pero mis piernas permanecen clavadas en este maldito lugar. Cientos de ideas golpeando mis sienes; miles de sentimientos golpeando mi pecho. En realidad no estoy aquí. Hay veces que siento que en realidad nunca estuve aquí, que nada de aquello ocurrió. Ni siquiera puedo recordar ya tu tacto.




Escuchando: Begin the end - Placebo

miércoles, diciembre 04, 2013

El mensaje en la botella

Fúgate conmigo. Te prometo que el horizonte no se termina allí donde ves esa esfera naranja perfecta. Nunca se acabará. Siempre habrá un nuevo lugar hacia el que ir juntos. El cielo estará  a tu alcance, pleno, más azul de lo que has podido imaginar. No existirá el día en el que no sonrías desde dentro, con ganas, hasta llorar. Y si alguna vez las lágrimas son de lamento, miraremos juntos otra vez ese horizonte que hemos creado los dos. Si coges mi mano no habrá sólo palabras como éstas en un papel, sino también versos que bailarán en tu paladar todos los días, no sólo en tus ojos. Si vienes, nunca me cansaré de expresarme. Las palabras que se acumulan en mi interior, como piezas de un tesoro, ya no encontrarán freno. El momento será siempre ahora, y no existirá ningún plan imposible para los dos. La balanza del positivo siempre estará más llena de ilusiones. Como dice la canción: Volverás a reírte de verás si te quedas conmigo.



Escuchando: Bajo la lluvia - Quique González

lunes, diciembre 02, 2013

Templanza

Cuando abriste los ojos todo el hielo que quedaba se derritió. De repente, como si lo calentara un sol tan grande y cercano que no permitiera el frío. Fue una de esas cosas que uno guarda como un tesoro, de por vida. Desde entonces han pasado muchos inviernos y yo siempre he echado de menos ese calor, esa sensación de estar detrás de un ventanal calentado por el sol, mientras fuera el mundo es pura escarcha. El hielo regresó y no he conseguido volver a encontrar nada que me temple de esa manera, espontanea, sincera. Todo ha vuelto a ser frío. Y los días, cada vez más largos.



Escuchando: Flatlands - Mark Lanegan

lunes, noviembre 25, 2013

Madurez

No existe milagro más trascendente que olvidarme de ti. Aunque esté claro que es momentáneo, que durará el tiempo que tarde en dejar de tararear Strawberry fields forever mientras contemplo el atardecer. Hacerse mayor se resume en la capacidad de cada uno para asumir las derrotas, por duras que sean. Así que, en el fondo, la mayoría no somos más que adolescentes asediados por nuestras duras derrotas, que esperan agazapadas para repicar en nuestras entrañas en cuanto bajemos la guardia. Hacerse mayor es mentira y la madurez es una gilipollez, inventada por aquellos que firmaron siempre el armisticio antes de llegar al momento de tener que entregar las armas.


Escuchando: Popular - Nada Surf

martes, noviembre 19, 2013

Ciclos


Cuando la casa se va quedando vacía, cuando apenas quedan muebles, es el momento de salir y cerrar la puerta. Uno se puede recrear en la estructura, en las habitaciones, ahora vacías y silenciosas. Acaso te puedes sentar en el suelo, apoyar la espalda en la pared, y recordar episodios vividos dentro de esas paredes. Dulces y agrios. Escuchar el resonar del silencio. Observar el mapa de sus muros y techos. Pero la realidad es que el ciclo está cerrado. Así que lo mejor es cerrar la puerta, tirar la llave y comenzar a pensar que hay un millón de casas más con sus respectivas vidas.


Escuchando: Strawberry fields forever – The Beatles

jueves, noviembre 07, 2013

Nuestras noches

En la imagen la lluvia cae torrencialmente y tú y yo corremos por una carretera oscura, cogidos de la mano. Reímos. Con toda la alegría que se puede sentir. Corremos y reímos como si fuera el último día que fuéramos a estar juntos. Va a haber muchas noches más, ¿verdad?, pregunto. Respondes ampliando aún más tu sonrisa y moviendo la cabeza con gesto afirmativo, las gotas resbalando desde tu pelo, recorriendo tu cara. ¿Crees que no? No contesto, porque a mí no me cabe ni una duda en el corazón. Esa es la mano y esta es la carretera que quiero seguir. Pronto se hará de día.




Escuchando: Codex - Radiohead

martes, noviembre 05, 2013

Frío eterno

Esta mañana gris la niebla puebla la ciudad, más fantasma que nunca. Yo he salido a la calle a buscarte, a perseguir tus huellas, difuminadas por la humedad. El corazón en la boca. Pero al cabo de poco tiempo he terminado perdido, hundido en la niebla, incapaz de encontrarte. He sido cruelmente consciente de que ya no me iluminas el camino y de que desde ahora tendré que andar a tientas. Certeza que ha hecho aún más densa la niebla. Opresiva. Ni una gota de luz ha conseguido traspasarla desde entonces. El frío se ha hecho eterno.



Escuchando: Roads - Portishead

lunes, noviembre 04, 2013

Pendiente

Si sólo pudiera tener un segundo más me agarraría tan fuerte que nada podría quitármelo. Me bastaría con un abrir y cerrar de ojos, sólo eso, para convencerte. Y este frío ya no estaría aquí; este nudo en el estómago se desharía. Y respirar. Por fin respirar. Pero los segundos ya están al otro lado. El tiempo ya no me pertenece. Mirar hacia adelante y ver una cuesta arriba sin fin, teniendo la certeza de tu incapacidad para afrontarla. Bajar entonces la mirada y comprender que siempre te vas a quedar en el mismo sitio porque ya no hay cuerdas para ascender esa pendiente, que cada día que pasa es más empinada. Ya nadie te va a tender una cuerda.



Escuchando: Allí donde solíamos gritar - Love of lesbian

lunes, octubre 28, 2013

Crónico

El horizonte va mudando de color. Sentado en ese banco, contemplando la ciudad desde las alturas. La espina clavada. No sé hacerlo, se susurra a él mismo. No sé hacerlo. El estallido de colores pone el decorado perfecto. Hay sentimientos que se disfrazan de enfermedad crónica. Para estar siempre acechando. No sé hacerlo, se repite, y tiene ganas de gritárselo a esa ciudad que se ha vuelto tan turbia de repente. De gritar que no sabe cuál es la llave para salir. Pero tiene claro que el grito sólo tendría unos oídos como objetivo. Que es incapaz de referirse a nadie más. Y que ahí no iba a encontrar ninguna respuesta. Así que se vuelve a sentir dentro de un laberinto, consciente de que nunca encontrará esa salida que un día vislumbró pero que ya está tapiada para siempre. 



Escuchando: The greatest - Cat Power

viernes, octubre 25, 2013

Nudo

Otra vez estás junto a mí. Sentada en el sofá, mirando al frente. Yo observo tu perfil, sin que te des cuenta, recreándome en cada detalle. Y mientras lo hago cruzo los dedos lo más fuerte que puedo, buscando el milagro. En esta ocasión sí funciona. Te giras y me sonríes, con claridad, sin fisuras. Como si fuera la última sonrisa que fueras a dedicar. Te mueves hacía mí y acercas tu cara. Cierro los ojos. Entonces, un aguijonazo certero. Los abro y comprendo que no es real, que estoy solo en esta cama y que, como en la mayoría de los casos, la realidad siempre fastidia la ficción que uno quisiera vivir. Otra vez ese nudo en la garganta; otra vez ese vacío en el estómago.


Escuchando: Where I end and you begin - Radiohead 

jueves, octubre 24, 2013

Feliz olvido

La puerta trasera del taxi se abre. La lluvia salpica al chocar contra la carrocería. El día es oscuro. Pero él sale con las gafas de sol puestas, el gorro de lana bien ajustado, abrigo de paño negro. Nadie diría al verle que tiene el corazón roto. Camina el corto espacio entre el coche y la cafetería con las manos en los bolsillos, el andar distraído. Antes de entrar hace una parada junto a la puerta, como si necesitara coger aire. 

En el interior el ambiente es pegajoso, como si llevara sin ventilarse décadas. La luz tenue deja ver unas cuantas mesas bajas, con sus respectivas sillas, desordenadas por el espacio. Parece que hubieran sido lanzadas al azar. Todas están vacías salvo una. En ella un hombre lee un grueso libro con las piernas cruzadas. Corpulento, el pelo totalmente blanco, lleno de rizos que se entrelazan hacia el cuello. Se sienta frente a él y se quita las gafas de sol. Unas gruesas bolsas aparecen al pie de unos ojos rojos, irritados. El hombre mete la mano en el interior de la chaqueta, la vista fija en el visitante. Saca una pequeña bolsa de plástico, como un saquito, y lo deja sobre la mesa. Feliz olvido, dice con una voz ronca como un trueno que retumba en el local vacío. 

Lo recoge de la vieja mesa, se levanta, se pone las gafas de sol y camina hacia la puerta. Mismo andar distraído. Antes de salir vuelve a respirar hondo, echa hacia atrás los hombros y estira la espalda. Quién diría que tiene el corazón roto.



Escuchando: Sugar - Editors
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