lunes, enero 13, 2014

Simplemente nada

Se acabó como se acaban todas las cosas: de repente. El viento azotó mi abrigo. Cientos de hojas secas se arremolinaron alrededor mío, como si me hubiera convertido en una suerte de árbol hecho carne. Y no hubo nada más. Ningún signo que avisara del comienzo de una nueva era o del final de otra. Las nubes siguieron bailando en el cielo y la noche llegó como ocultándose tras las esquinas. Quedo entonces una sensación de incredulidad ante el hecho de que nada se alterase, que el reloj de aquella enorme fachada continuara disparando segundos. Siempre pensé que cuando llegara el momento algo se rompería para siempre. Pero no ocurrió. Simplemente no pasó nada. Y eso, incluso ahora mismo, me pone los pelos de punta.



Escuchando: A million little pieces - Placebo

No hay comentarios:

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.