-¿Qué quieres tomar?
-¿Me estás diciendo que no te acuerdas?
-Perdona, ¿era con leche y sin azúcar, verdad?
-Estaba de broma, Rubén. Un botellín.
-¿Recuerdas las palomas?- terció él, tratando de esconder sus nervios.
-¿Estás con alguien ahora?
-No lo sé- los ojos de Rubén se perdieron dando saltos de alero en alero del edificio que abrazaba la plaza, como si estuvieran buscando la contestación en los balcones- Es una respuesta difícil.
-Es cierto que se nota el frío. Quiero decir, cuando llegas aquí, la temperatura es distinta, como si se metiera debajo de tu jersey y te estrujara fuerte.
-Ana, ¿vas a volver a estudiar?
-Quizás. No lo sé. Pedro me ha ofrecido trabajar con él en el puesto de la plaza.
-Vaya, Pedro.
-¿Qué pasa Rubén?
-Nada, pensaba en cómo hacen los niños para evitar siempre al hombre del saco.
Una ráfaga de viento barrió las hojas que tapizaban la plaza, al pie del banco en el que estaban sentados; ella, a horcajadas sobre el tablón; él, con la vista al frente.
-¿Por qué has vuelto Ana?
-Porque tengo que poner tiritas.
-Todo ha cambiado mucho- al soltar la última sílaba, los ojos de Rubén barrieron el suelo al igual que el viento.
-¿Sigue abierta la tienda de doña Virtudes?
-Aquel día se pudrió el poto. Supongo que él tampoco se lo esperaba.
-Aún me guardas rencor…
-Cambiaron los buzones, ¿sabes? Ahora no rebosan los folletos de publicidad. Son mucho más profundos.
-Creo que Quique toca esta semana en el barrio. Te has vuelto más triste.
-Deberíamos irnos. Este frío es capaz de congelarlo todo. También los recuerdos.
Escuchando: PDA - Interpol
11 comentarios:
Esa sensación de querer decirlo todo y no hacerlo. De hablar sobre lo banal cuando se desean decir cosas tan profundas. Y al final acabas por hablar del tiempo.
un saludo y un beso!
Evitan las respuestas más dolorosas, al igual que parece que pregunten sin, en realidad, querer una respuesta. Seguramente en otro tiempo no hacían falta las palabras, y ahora parecen unos desconocidos.
Besos
Evasivas y evasivas...Creo que no hay un punto final más contundente para una historia de amor unilateral.
Quique toca en Leganés. Qué guay!
Claudia, (la guisadora)
Cuantas veces no sabemos responder a esa pregunta, incluso cuando todo parece estar claro.
me ha encantado! :)
...porque tengo que poner tiritas y coserte las heridas invisibles.
Ojalá Quique tocará en mi barrio!
Me ha gustado mucho =)
me ha encantado...
hablar del tiempo y del amor
del viento y del olvido de las hojas y el rencor o de un concierto
supongo que la mente es así de saltarina
de balcón en balcón
mola!
Oh, he sdo capaz de reproducir la escena perfectamente en mi cabeza. Por momentos así me gusta tanto el otoño.
Llego de casualidad dando vueltas por la blogosfera...el encabezado de tu blog me encanta, es de una de mis películas preferidas...quiero leerte desde el principio para saber un poco más de ti...pero lo que leo me gusta.
Besos
Lo más importante es lo que se dice sin palabras, o escondido detrás de otras...
Gran texto acompañado de muy buena música.
Volveré a por más sensaciones escondidas tras tus textos, un placer.
leiste taxi, de violette leduc? sospecho que puede gustarte.
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